sábado, 24 de mayo de 2008

La semana anterior, en el IPS

En este posteo pensaba hablar de lo que pasó últimamente en el Poli,
pero primero voy a pedir disculpas, hay muchas cosas que me dejan
sin tiempo para escribir algo que pueda llegar a ser publicado,
así que espero que los que se meten en el blog esperando encontrar
la cantidad industrial de posteos diarios anterior, no se haya
decepcionado.
Volviendo a lo de la última semana, quiero ir más allá de lo que un
medio de comunicación estuvo llegando hasta ahora, a pesar de que
aprecio su presencia y apoyo, hay cosas que van por dentro y no se
ven. El fin de semana pasado, se hizo una pintada con frases fascistas
sobre un mural por el 24 de marzo, que junto con otros estudiantes
habíamos pintado el 29 de marzo. Cuando nos enteramos, el CEP
(Centro de Estudiantes del Politécnico) mandó mails y gacetillas
de prensa, y el lunes, los medio estaban enterados y la mayoría de
los alumnos también, lo único que faltaba era la presencia de nuestra
querida señora directora Liliana Cataneo, a quien (a diferencia
de los que mencioné antes) no tengo nada que agradecerle... Como decía,
ya a esta altura del lunes, había distintas teorías que apuntaban a un
grupo de estudiantes que se llaman a sí mismos "La Banda Nazi del Poli"
Claro, sabiendo el nombre, uno sospecha. Pero no teníamos pruebas concisas,
hasta ahora, a demás, no importaba tanto quiénes fueron, lo que queríamos
en el CEP era hacer una asamblea para hablar con todos los estudiantes, e
invitar a distintos gremios, agrupaciones y centros de estudiantes.
Ya en la asamblea, que había tomado carácter obligatorio -a pesar de que
algunos estábamos en contra, porque ahí seguramente iba a haber gente que no
hubiese querido estar, y a los que el CEP no tiene derecho a obligar a ir.
Nos encontramos con que estaban presentes representantes de COAD, AMSAFE,
ATE, el centro de estudiantes de la escuela de cine, el centro de estudiantes
del normal 1, etcétera. Sólo faltaba la presencia de las autoridades del Poli
¡Cosa rara! ¿eh?. Desde el micrófono que habían instalado en el patio verde,
a unos pocos metros del despacho de Liliana, estábamos llamándola, para que
estuviera en la reunión. Entendámosla, tal vez estaba hablando con Diario
La Capital, diciendo que [b]los estudiantes contábamos con ella en todo momento[/b]...
La Asamblea termina, autorizados hasta las 14:20, sólo nos queda un rato para hacer
lo que habíamos decidido, pintar nuevamente el mural. El Sr. jefe de preceptores, con
cara de malo, viene a anunciarnos que no podemos quedarnos todos afuera,
había dos planes, salir del Poli todos los estudiantes, y entonces estando la escuela vacia,
las qutoridades no tienen qué hacer, o bien juntar nombres de los que íbamos a quedarnos
afuera, y llegar a un acuerdo con los directores. La idea más radical, si se puede
decir así, fracasó, y tuvimos que quedar a merced de lo que los señores preceptores
decidiesen. Está claro, que siendo nosotros tantos alumnos, los preceptores
no iban a negarse, y pudimos pintar el mural, y recibir a los medios siendo
alrededor de 300 personas.
Pintamos el mural, y a las 17 hs ya habíamos terminado, responsablemente, para
no quedar mal, entramos a clases, orgullosos de haber podido terminar.
El martes 20 de mayo, nuevamente aparecen pintadas agresivas, a sólo un día de que
el mural vuelve a pintarse. Nos deja pensando sobre quiénes fueron... Pero a demás,
y espero que se me perdone la expresión, nos deja en bolas. Ése martes, los pasillos
del Poli eran un caos, no faltabaelque se me acercaba y me decía "maleee!! qué se hace hooy?"
a pesar de que en mí se veía la cara de desconcierto porque recién ponía un pie en la escuela.
Cuando voy a hablar, junto con una compañera, con la secretaria estudiantil, que "muy amablemente"
nos autorizó a hacerla asamblea después de las 18 hs. Por favor! ¿qué dibujaba ésa mujer?
Nadie, excepto sus hijos, necesita su autorización como secretaria estudiantil para hacer
una asamblea después del horario en el que ni ella tiene que estár en la escuela!!
Pasamos por cursos, para avisar que la asamblea se hacía en ése preciso instnte, al mismo tiempo
que el alemán, un preceptor que se ganó lentamente mi repudio, decía que la asambla del centro de
estudiantes no iba a hacerse y que el que fuese tendría amonestaciones y faltas.
De todas formas, a pesar de los intentos de boikot de la directora a la asamblea, éramos muchísima
gente en el despacho de nuestra querida Liliana...
Pasamos por encima de la pintada, lo que quedaba de pintura del día anterior, y así terminó nuestro día.
Al día siguiente, fuimos a hablar a rectorado, con Liliana y el rector...
Pero es muy largo y humillante para la directora, ¡pobrecilla!